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El importe neto de la cifra de negocio de Ebro Foods se sitúa en línea con el año anterior, alcanzando 2.877,4 millones de euros. El Ebitda-A, tras afrontar una inflación de costes de 83 millones de euros e incrementar la inversión publicitaria hasta 91,4 millones de euros, se sitúa en 353,5 millones, un 2,9% menos que en el ejercicio anterior. El Beneficio Neto crece un 24% hasta 238,6 millones, impulsado en parte por la plusvalía neta generada por las ventas de activos durante el año, que asciende a 60,7 millones.
La deuda neta se sitúa en 504,7 millones, 446 millones menos que a cierre del año 2020. Esta cifra recoge el pago de los dividendos ordinario y extraordinario, que asciende a 174,9 millones, 120 millones de inversiones en Capex, un incremento de 175 millones en el circulante sobre el cierre del ejercicio anterior por las posiciones tomadas en materias primas, y el ingreso de 753 millones por la venta de los negocios de pasta seca en Francia y Norteamérica.
La extraordinaria inflación de costes en la energía, materias primas agrícolas y auxiliares, y la logística ha sido el principal caballo de batalla de esta división durante todo el ejercicio. “En el ámbito de las materias primas, nuestras herramientas clave para afrontar las débiles cosechas europeas y norteamericanas han sido la diversificación en orígenes y el incremento de circulante. No obstante, hemos tenido que afrontar un importante incremento en el coste de los arroces aromáticos, fundamentales para Riviana y Tilda, por los elevados precios de los fletes marítimos”, señala la compañía.
En este difícil escenario vuelve a ser muy relevante la apuesta del grupo por los productos convenience, que continúan con crecimientos a doble dígito, impulsando sus resultados. La cifra de ventas de la división se sitúa en 1.810,5 millones y el Ebitda-A en 231,7 millones.
Uno de los hitos más destacados del ejercicio ha sido la finalización de la desinversión de los negocios de pasta seca norteamericano y pasta seca, salsas y sémolas del Grupo Panzani, concentrando sus actividades en pasta en las categorías del premium, el fresco y el convenience a través de las sociedades Garofalo, Lustucru, Olivieri y Bertagni.
En lo que respecta a la materia prima, la reducción de un 50% en la cosecha norteamericana ha provocado una extraordinaria subida del precio del trigo duro europeo, que se eleva desde 295 euros por tonelada a principios de agosto hasta los 540 euros por tonelada actuales, la inflación más fuerte desde el año 2007.
Al igual que en arroz, esta división también ha tenido que afrontar el elevado coste de los fletes marítimos a Estados Unidos, mercado de gran relevancia para los negocios de Bertagni y Garofalo. “Desde el punto de vista del negocio, las ventas de pasta fresca en Italia, Francia y Canadá continúan muy fuertes, mejorando incluso su participación de mercado”, destacan sus responsables. La cifra de ventas de la división se sitúa en 1.122,2 millones y el Ebitda-A en 136,5 millones.