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La cantidad de carne fresca consumida per cápita en España alcanzó aproximadamente los 27,6 kilogramos, según estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el año 2022. Durante ese periodo, la carne de cerdo fue de casi 9,64 kg, destacando que el ciudadano promedio también ingirió casi cuatro kilogramos de carne de vacuno.
El aumento del mercado nacional se ha sustentado principalmente en la producción local, a través de granjas, criaderos, mayoristas de carne en Vizcaya, carnicerías y restaurantes, que comercializan este tipo de carne en sus diferentes cortes y platos.
“España tiene una gran tradición con la carne. En cerdo, trabajamos con la raza Duroc, de la que se deriva una carne exquisita de calidad intermedia, situada entre la carne blanca y la ibérica. De hecho, ofrecemos una amplia variedad de opciones en nuestro catálogo, desde cortes clásicos y tradicionales hasta opciones más exclusivas y gourmet para diferenciar y deleitar a los clientes”, señalan desde Cárnicas Jon Cabeza, especialistas en la venta al por mayor.
La fama de ser un alimento con alto contenido en grasa y asociado a aumentar el colesterol hizo que, por mucho tiempo, las personas no la consumieran habitualmente. Sin embargo, diferentes estudios han demostrado que es básica y que aporta un equilibrio nutricional en relación a su contenido de alto valor biológico y moderado en grasas.
Además, hay que destacar que en prácticamente todas las explotaciones del sector porcino se obtiene un producto de excelente calidad. Por esta razón, "los consumidores españoles prefieren esta carne, ya que no sólo es accesible económicamente, sino que también proporciona “una experiencia culinaria deliciosa” señalan desde Cárnicas Jon Cabeza.