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La pérdida desconocida supone el 0,74% del total de la facturación de las empresas de distribución en España, lo que supone un impacto aproximado de 1.856 millones de euros en el sector comercial anualmente, generando pérdidas millonarias a los minoristas.
El Barómetro del Hurto en la Distribución Comercial ha sido presentado en el 27º Congreso Aecoc de la Pérdida Desconocida ante más de un centenar de directores de seguridad y representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los datos corresponden a la pérdida desconocida acumulada durante el 2023 y han sido recopilados por NIQ, con la colaboración de Aecoc y el patrocinio de Checkpoint Systems.
Analizando las acciones que componen la pérdida desconocida, los hurtos externos protagonizan el 57% de los casos; mientras que los errores administrativos implican un 23% y el hurto interno o de empleados tan solo un 15%. El 4% restante corresponde al fraude de proveedores.
Los hurtos de productos son una conducta delictiva a la que se enfrentan a diario desde pequeños comercios hasta grandes superficies de distribución. Las pérdidas económicas que generan a las compañías son enormes y, según reconocen el 81% de las empresas encuestadas, los hurtos externos se han incrementado en el último año.
Destaca que el 55% de los hurtos son cometidos por bandas organizadas que operan con fines lucrativos y suponen un gran problema para la seguridad de los establecimientos. Según los especialistas en hurtos de Checkpoint Systems, estos criminales detectan las oportunidades de hacer negocio y hurtan diferentes productos de alto valor para posteriormente revenderlos en mercados paralelos. Otro detalle es que la mitad de los retailers ha apreciado un notable incremento de la agresividad verbal o física de los infractores hacia el personal de tienda y de seguridad.
Dos de cada tres hurtos (el 64%) son realizados por autores multirreincidentes; es decir, que realizan tres hurtos o más al año en los establecimientos. El barómetro de Checkpoint Systems también compone el perfil más habitual de los autores de hurtos: cerca de la mitad de los ladrones (un 44%) tienen menos de 30 años. Además, destaca que tan solo en el 64% de los casos se han realizado denuncias, de las cuáles el 52% se han resuelto de manera satisfactoria.
El estudio también revela cuáles son los artículos más cotizados por los ladrones por categorías:
En la categoría de alimentación y bebidas destaca el hurto de vinos y licores, los embutidos y las conservas/ahumados. Sin embargo, los productos cuyos hurtos más se han incrementado en el último año son los aceites, que se sitúan como la categoría donde los retailers alertan de un mayor crecimiento de los hurtos.
En la categoría de cuidado personal y belleza resaltan las cremas faciales como el “producto estrella” para los ladrones junto a los productos de cuidado capilar. Un escalón por debajo se encuentran las cuchillas de afeitar y el maquillaje.
Analizando los retailers de productos de tecnología, el 83% de las compañías sitúan a los smartphones como los productos de electrónica que más les hurtan. El segundo puesto lo ocupan los auriculares, seguidos por los videojuegos, ordenadores portátiles y tabletas. Irrumpe con fuerza el hurto de smartwatches, por primera vez en este listado.
Los hurtos dentro de la industria del bricolaje y el hogar están encabezados por las pilas y las baterías. Los segundos productos más hurtados son las bombillas y los terceros artículos son las herramientas, tanto manuales como eléctricas. Un peldaño por debajo en el listado de hurtos se encuentran las brocas, enchufes, discos de diamante, cables, hilo de cobre y cámara de interfonos.
El sector moda es un mercado de gran peso en España, pero también uno de los más codiciados por los ladrones. El presente barómetro revela que el calzado es el género más vulnerable; junto a la ropa, incluyendo camisetas, pantalones o vestidos, que son los segundos artículos más hurtados. En la cúpula de los más hurtados también destacan, respectivamente, las prendas deportivas, los bolsos, la ropa interior y lencería o los trajes de baño. Llama la atención el peso de las gafas de sol, que se cuelan entre los diez productos más vulnerables.
Tal y como revelan los resultados del barómetro, la instalación de cajas de autopago ha crecido un 19% por toda la geografía española en comparación con el informe del año pasado. Más concretamente, un 44% de los minoristas afirma que sus establecimientos ya disponen de estas cajas y demanda soluciones antihurto eficaces para ellas. El 57% de las empresas consideran que el hurto en cajas de autopago es mayor, y que los ladrones prefieren este tipo de cajas para hurtar en vez de las cajas asistidas por cajeros.
Carlos Cruz: "Para combatir de manera efectiva el problema del hurto, estamos evolucionando a la RFID como antihurto. Esta tecnología permite conocer el producto que se hurta, ayudar a la recuperación de estos y aumentar la fialiblidad de las alarmas producidas en la tienda"
La totalidad de los expertos encuestados reconoce que dispone de cámaras de vigilancia y alarmas en sus tiendas. El 94% de los establecimientos tienen antenas antihurto y el 81% están protegidas con collarines, arañas y cajas de policarbonato; tan solo el 13% de los productos vienen protegidos con etiquetas antihurto desde el fabricante).
Según el estudio, las soluciones para expositores y mecanismos de acción retardada están presentes en el 25% de los establecimientos y las herramientas de análisis de datos recopilados por las antenas antihurto en el 19%. También llama la atención la implantación de sistemas avanzados de seguridad con tecnología RFID para antihurto alcanzando el 19%.
El 63% de los minoristas disponen de protección especial ante las bandas organizadas. El 100% utiliza cámaras de seguridad, el 40% antenas antihurto que detectan los inhibidores de frecuencia y el 30% soluciones para detectar las bolsas forradas de aluminio, así como la detección de imanes ilegales.
Carlos Cruz, director de Ventas de Checkpoint Systems en España, señala: “Para combatir de manera efectiva el problema del hurto, estamos evolucionando a la RFID como antihurto. Esta tecnología permite conocer el producto que se hurta, ayudar a la recuperación de estos y aumentar la fialiblidad de las alarmas producidas en la tienda. Además, ofrece múltiples beneficios adicionales para el retail, como es la optimización de la gestión y almacenamiento de los datos, añadiendo una capa de inteligencia a los sistemas de seguridad”.