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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha señalado en el Senado el buen comportamiento del sector del aceite de oliva y las buenas expectativas de crecimiento, sobre todo en países no productores y de fuera de la Unión Europea. En respuesta a una pregunta oral en la sesión de control al Gobierno en el Senado, el ministro se ha felicitado por el incremento de las cifras de consumo doméstico de aceite de oliva registrado en el último año, ya que eso significa “más salud para los ciudadanos y una mejor economía para el sector olivarero”.
Además, las previsiones para el cierre de la presente campaña apuntan a que el consumo interior en España se situará en torno a las 550.000 toneladas y las exportaciones en 1.130.000 toneladas, lo que supone un récord en ambas cifras. También ha señalado que las previsiones de la Comisión Europea para el periodo 2020-2030 sitúan el crecimiento del consumo mundial en un 5 % anual.
El ministro ha recalcado que en la campaña 2019-2020 se alcanzó un record de exportación de aceite de oliva a Estados Unidos, con 150.000 toneladas, lo que supuso un incremento del 16 % respecto a la campaña anterior, pese al impacto de los aranceles. El mercado de EE.UU. supone de media un 10 % del volumen de las exportaciones españolas de aceite de oliva y un 34 % de las salidas a países fuera de la UE.
También ha señalado que las 10 medidas incluidas en la hoja de ruta que se presentaron el sector el año pasado han contribuido a esta mejora de la comercialización, la calidad y la promoción del aceite de oliva, un producto saludable y emblemático de la Dieta Mediterránea, que tiene además un gran valor medioambiental, paisajístico y cultural.
Según ha subrayado, "este Gobierno trabaja a favor de un sector que incluye a 350.000 olivareros, que genera 15.000 empleos directos y casi 32 millones de jornales por campaña, algo por lo que vale la pena trabajar y luchar”.
En esta línea, el ministro Planas ha indicado que propondrá a las comunidades autónomas desarrollar, en el marco de la próxima Política Agraria Común, un programa específico para el olivar tradicional, con el objetivo de mejorar las condiciones de competencia en el sector.