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"La tienda física es el espacio en el que el consumidor se siente más seguro, seguido de la hostelería y restauración, servicios de cuidado personal, los vuelos o la participación en eventos", según refleja el Deloitte Consumer Tracker, encuesta continua realizada en más de 15 países. En concreto, "en el caso de la distribución con base alimentaria, el hecho de haber estado funcionado en todo momento como servicio esencial ha posibilitado una reacción rápida y eficaz en la implantación de protocolos de seguridad que, más tarde, se han reproducido en otros negocios", según el informe.
“En España nos encontramos con un consumidor con uno de los mayores niveles de ansiedad de los países monitorizados, solo por detrás de India, Irlanda, Sudáfrica y Chile. Además, el 43% de los consumidores españoles declaran dificultades para abordar los próximos pagos y un 55% de ellos tienen miedo a perder sus empleos”, según ha afirmado Antonio Ibáñez, socio de Deloitte Digital, durante el Encuentro DecirHaciendo, organizado de forma virtual por Consum, sobre ‘La respuesta del sector de la distribución ante la Covid-19’.
Antonio Ibáñez: “La intención de compra en las próximas cuatro semanas de alimentación sube de manera
relevante un 18%, bajando a su vez la intención de consumir en restaurantes un 25% o en artículos de moda un 20%”
Ibáñez también ha destacado que, en el entorno Covid en el que nos encontramos, las tendencias de consumo cambian significativamente en menos de dos semanas, influyendo positiva o negativamente en los diferentes sectores del gran consumo. En ese sentido, “la intención de compra en las próximas cuatro semanas de alimentación sube de manera
relevante un 18%, bajando a su vez la intención de consumir en restaurantes un 25% o en artículos de moda un 20%”.
Los elevados niveles de ansiedad y otros impactos psicológicos provocados por la Covid-19 también han sido destacados por Verónica Esparza, psicóloga general sanitaria y psicoterapeuta en Eutox, quien ha mencionado el término ‘coronafobia’, acuñado por la asociación benéfica del Reino Unido ‘No Panic’, “que refleja el miedo y la tensión emocional y social que experimenta el público en general en respuesta a la Covid-19 con conductas obsesivas, angustia, pánico, ansiedad, acaparamiento, paranoia y depresión, entre otras”. También ha afirmado que “estos síntomas no se aplanan junto con la curva de contagios, sino que persisten como problemas crónicos que requieren atención continua”. “Lo que estamos viendo es un trastorno de adaptación, que es una de las afecciones de salud mental que se diagnostican con mayor frecuencia. En realidad, es un conjunto de trastornos que siguen a un factor estresante significativo”, ha afirmado Esparza.
“Nuestras empresas han sabido responder, de una manera ejemplar, al mayor desafío que hemos tenido nunca. Nuestros empresarios asumieron, desde el primer momento, el compromiso de que no iba a haber desabastecimiento. Ello no era evidente, y no ha ocurrido así en otros países de nuestro entorno europeo, pero el compromiso de las empresas y de
los trabajadores ha logrado, no solo garantizar el acceso a la alimentación, sino también transmitir tranquilidad y confianza a la población. Todo ello ha sido posible gracias a un gran modelo de proximidad que implica que, muy cerca de sus hogares, pueden proveerse de un surtido completo y variado de alimentación y productos básicos a unos precios por debajo de otros países similares al nuestro. Este modelo estaba ahí antes de la pandemia, muy sólidamente asentado, y ha respondido y está respondiendo ahora a las necesidades de la sociedad de forma excelente”, ha manifestado el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo.
Javier Quiles: “Fuimos el primer supermercado de España en implantar la mascarilla obligatoria, incluso antes de que la normativa lo exigiera, además de implantar un innovador sistema de control de aforo automático que permite garantizar las distancias de seguridad"
Por su parte, el director de Relaciones Externas de Consum, Javier Quiles, ha incidido en las medidas de protección frente al coronavirus puestas en marcha por la cooperativa que han supuesto un coste de más de 12 millones de euros. “Fuimos el primer supermercado de España en implantar la mascarilla obligatoria, incluso antes de que la normativa lo exigiera, además de implantar un innovador sistema de control de aforo automático que permite garantizar las distancias de seguridad; garantizar la desinfección de la compra online y a domicilio; realizar desinfecciones de carros y cestas de forma periódica para el uso en la tienda, con dos limpiezas diarias; implantar expendedores de gel hidroalcohólico en todas las entradas; instalar mamparas de metacrilato en la línea de cajas en el 100% de las tiendas y poner señalización por toda la tienda para asegurar la distancia", según señaló Quiles.