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Bajo el título “Retos y realidades en innovación en la cadena de gran Consumo, durante y después del Covid-19”, el Observatorio de Innovación en Gran Consumo (OIGC) que impulsa el Institut Cerdà, organizó el pasado 9 de junio una jornada online con algunos de los expertos que forman parte del equipo del Observatorio para determinar y valorar lo que ha caracterizado el sector durante la pandemia y las nuevas realidades y retos a los que se deberá enfrentar después, para garantizar una correcta reactivación.
La sesión, que fue moderada por la responsable de innovación del Institut Cerdà, Cristina Arauz, contó con la presencia de Josep Puxeu, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes (Anfabra), Eduardo Calvo, profesor asociado de Dirección de Producción, Tecnología y Operaciones de IESE y M. Carmen Vidal, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, todos ellos representantes del grupo de expertos que configuran el Observatorio.
“Durante este 2020 hemos visto un incremento en el volumen de compras, sobre todo al inicio de la pandemia, pero también, como el canal que más crecía era el online y el aumento de las opciones de compra de cercanía debido a las restricciones de movilidad. Ello ha supuesto un cambio en los patrones de consumo. Ahora, se consumen productos más saludables, se consumen más caprichos entre horas, existe un mayor consumo de productos percibidos como “seguros” y se han incrementado las opciones de consumo en casa en decremento de las de fuera del hogar”, explica Yolanda Cerdà, directora del Observatorio.
Los principales motores de innovación en la cadena de gran consumo se han focalizado en todo lo referente a la digitalización, a la sostenibilidad, al compromiso social y a la inteligencia de datos
Todos los participantes han coincidido en que las prioridades de las empresas han cambiado y lo prioritario ha sido dar respuesta a la emergencia sanitaria, social y económica. La cadena ha dirigido sus esfuerzos para proteger y apoyar a colaboradores y clientes, tomando todas las medidas de seguridad e higiene necesarias, sobre todo en los puntos de contacto con cliente y consumidor, y para reorganizar las líneas de producción, almacenes, rutas y puntos de venta.
Además, según el OIGC la situación ha acelerado tendencias como la digitalización del sector o la compra multicanal. Así, durante la pandemia, los principales motores de innovación en la cadena de gran consumo, se han focalizado en todo lo referente a la digitalización, a la sostenibilidad y al compromiso social y a lo que se ha dado en llamar inteligencia de datos.
Según Eduardo Calvo, “el principal reto actual es tener procesos. El foco se ha puesto en la necesidad de implementar procesos operativos que además de ser eficientes han de ser robustos”. Esos procesos han sido básicos en el ámbito de la logística y en ese sentido Josep Puxeu, afirma que, “la logística ha funcionado, la rotura de stocks ha sido mínima en todo el sector. La capilaridad del sistema ha funcionado bien y esto hay que ponerlo en valor”, a lo que añade que “el futuro en Europa o es sostenible o no será. Pese a todo lo que ha pasado debemos seguir adelante con la sostenibilidad”.
Destacan proyectos como la plataforma de e-commerce para el reparto de productos artesanales de Correos, la nueva gama de productos sin lactosa y con una alta concentración de proteínas de Mercadona, a través de Lactiber y Hacendado, las sombrillas que absorben la contaminación de Mahou San Miguel, las cajas de pago accesibles de Alcampo, o el pollo trazable vía blockhain de Carrefour
Por otro lado, cabe mencionar que ya está abierta la cuarta edición del OIGC y ya se ha iniciado la fase para la presentación de las iniciativas y proyectos de innovación de las organizaciones, proyectos que en una fase posterior deberá estudiar y validar el grupo de expertos del Observatorio de Innovación en Gran Consumo.
Además, en la jornada del martes, el Observatorio quiso recordar las innovaciones que este año se han incluido en el informe, entre las que destacan proyectos como la plataforma de e-commerce para el reparto de productos artesanales de Correos, la nueva gama de productos sin lactosa y con una alta concentración de proteínas de Mercadona, a través de Lactiber y Hacendado, las sombrillas que absorben la contaminación de Mahou San Miguel, las cajas de pago accesibles de Alcampo, o el pollo trazable vía blockhain de Carrefour, entre un total de 20 iniciativas promovidas también por otras empresas.