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Dentro de su compromiso de reducir el impacto ambiental de toda su actividad, Calidad Pascual ha obtenido el sello "calculo y reduzco" que otorga la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), tras la inscripción del cálculo de la huella de carbono corporativa durante cuatro años consecutivos.
La compañía ha reducido un 17% sus emisiones de CO2e/tonelada de producto entre 2013 y 2016. El sello "calculo y reduczco" es una iniciativa, puesta en marcha en el 2014, para fomentar la lucha contra el cambio climático con el cálculo y reducción de la huella de carbono de las actividades de las organizaciones españolas, así como promover los proyectos de reducción y compensación de sus emisiones.
El cálculo de la huella de carbono de Calidad Pascual incluye las actividades de sus cinco fábricas, sus 27 delegaciones comerciales y sus oficinas centrales.
En palabras de Óscar Hernández, director de Relaciones Institucionales y Medio Ambiente de Calidad Pascual, "el pasado año marcamos un hito siendo la primera empresa láctea en inscribir nuestra huella de carbono en el Mapama. Este año hemos ido un paso más allá y hemos obtenido el sello cálculo y reduzco. Calcular es importante, y el primer paso, pero nuestro objetivo como compañía responsable es tener un plan para gestionar estas emisiones y reducirlas. Este sello también refleja el compromiso de la compañía y el apoyo políticas del Ministerio y alineado con los compromisos adquiridos en la cumbre de París".
Esto supone un paso más en la estrategia de la compañía para reducir la huella de carbono corporativa un 20% en 2020 respecto a 2015. Para ello, la compañía de alimentación y bebidas diseñó un Plan de Reducción de Emisiones que recoge las medidas para lograr este objetivo. Entre ellas destacan las acciones dirigidas a mejorar eficiencia energética, la movilidad y la gestión de residuos (residuo cero).
Además, Calidad Pascual cuenta desde 2013 con un Plan de Impacto Medioambiental y recientemente se ha convertido en la primera empresa en medir las emisiones a la atmósfera derivadas de su actividad en la comercialización y distribución de sus mercancías, tanto directas, específicamente de sus vehículos propios (turismos comerciales y furgonetas SAT) y vehículos contratados (camiones cisterna, tráileres y camiones de corta distancia), como indirectas, generadas por el transporte hasta el punto de repostaje, el origen del petróleo, GLP, GNV y el mix energético en vehículos EV.