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El pasado ejercicio fue el mejor de los últimos cinco para la categoría de verduras y frutas de IV y V gama. Superados los años más críticos de la crisis económica, el factor precio ya no es un obstáculo para estos productos que basan su excelente evolución en otros factores como son la salud y la facilidad de consumo y preparación. Los cambios en los patrones de consumo de la sociedad en los últimos años ha disparado su demanda, presentándose como una de las categorías más prometedoras del mercado, tanto en innovación y desarrollo como en consumo.
De espectacular puede tildarse la evolución de la categoría de verduras y frutas de IV y V gama en los últimos cinco años. Hasta hace tres ejercicios, ya con varios años a sus espaldas, se le "suponía" un gran potencial, pero el factor precio, la situación económica y la "obligación" de ahorrar por parte de los consumidores ponían trabas a su despegue. En los últimos dos, la lenta pero paulatina mejora de los presupuestos familiares y de canales como el de hostelería, restauración y catering ha transformado esa suposición en una realidad, convirtiendo a esta categoría en una de las de mayor futuro y desarrollo del mercado de gran consumo.
Cifras excelentes
No hay más que observar los últimos datos facilitados por la consultora IRI, para el TAM febrero de 2016, que marcan un incremento en el volumen de sus ventas del 8,2% (pasando de 2 a 2,2 millones de kilos) y un aumento de su valor de un 14,5% (de 406,6 a 465,6 millones de euros). Una trayectoria que viene acumulando excelentes porcentajes desde hace dos años, cuando en volumen avanzó un 5,7% y en valor un 10,8%. Pese a que, como hemos indicado, esa evolución se vio frenada entre 2012 y 2014, sus cifras en este quinquenio son excelentes: 11,6 millones de kilos más de ventas en el último ejercicio que en 2012 (17,7%), con un incremento en valor de la categoría de 115 millones de euros (32,8%).
Al margen del factor precio, al que se ha conseguido desplazar a un segundo plano gracias –además de a la mejora económica- a los esfuerzos de las empresas implicadas en la categoría (tanto en el desarrollo y la innovación como en la diversificación de su actividad), vegetales y frutas de IV y V gama son productos cuyo perfil encaja perfectamente -además de en el nuevo estilo de vida y en el perfil actual de los hogares- con los nuevos patrones de consumo de la sociedad: calidad, ingredientes naturales, mínimamente procesados, saludables y de fácil consumo o preparación. A ello hay que unir, por ejemplo, las nuevas técnicas de conservación que alargan su vida útil en los lineales y en los hogares y mantienen sus propiedades nutricionales y características sensoriales.
Excelentes perspectivas
Con todo ello sobre la mesa, se puede afirmar que se trata de una de las categorías del mercado de gran consumo a la que mejores perspectivas futuras se le auguran. Y no solamente por los patrones de consumo actuales, sino también por ser una categoría relativamente joven y por su alto potencial de desarrollo. Sin dejar al margen productos que actualmente están enmarcados en otras categorías pero que por su composición, tratamiento y conservación (texturas y cualidades organolépticas) tendrían cabida entre los de V gama, como es el caso de las bebidas vegetales (veggies o determinados gazpachos, entre otros), si eliminamos de entre las características para su clasificación la "obligatoriedad" de calentarlos para su consumo. En el caso de los gazpachos, por ejemplo, contribuyeron a que la categoría en la que se incluyen en la actualidad (cremas, sopas y gazpachos) aumentara en el último año su volumen de ventas en un 18,5% y su valor en un 22,2%.
Al desarrollo alcanzado en la actualidad por esta categoría también ha contribuido (va todo unido) el sector de la distribución comercial, con su apuesta por ampliar el espacio disponible en los lineales o estableciendo lugares específicos para su venta, y con la incorporación de un mayor número de referencias. De ahí que también la cuota de mercado de las marcas de distribuidor (MDD), aunque con tendencia a la baja, sea tan elevado: 77,5% en volumen y 69,8% en valor, con segmentos como el de las ensaladas IV gama en los que esos porcentajes aumentan hasta el 81,7% en volumen y el 71,6% en valor
Puede leer el informe de mercado completo en el nº 1632 de la revista ARAL.