Revista
Cantero de Letur celebra este año su 20 aniversario en la realización de proyectos de cooperación al desarrollo a nivel mundial. El compromiso de la empresa albaceteña no solo se centra en la fabricación de productos ecológicos con los que crea vida y trabajo en el entorno rural cercano revitalizando así la economía de la zona, sino también en el impulso al desarrollo de los más desfavorecidos.
En estos últimos 20 años, Cantero de Letur ha podido beneficiar a numerosas personas a través de su programa de cooperación, desarrollando más de una treintena de proyectos, algunos de los cuales se mantienen a lo largo de varios años en cuatro de los cinco continentes. Por citar algunos ejemplos, en los países subsaharianos la empresa ha llevado a cabo programas educativos para la formación de los jóvenes, en la India ha realizado talleres de instrucción para las mujeres en situación de vulnerabilidad, en América Latina ha promovido una cultura de paz y ha favorecido la inclusión infantil en las escuelas y en Europa ha participado en proyectos de acogida para los jóvenes sin hogar y ha ofrecido ayudas a ancianos en situación de precariedad.
A principios de cada año, los socios accionistas con participación en el capital social de Cantero de Letur proponen los diferentes proyectos susceptibles de ser financiados por la compañía. Desde los inicios de este plan social, se aprueban proyectos cada año en el mundo a los que hay que sumar alguno de índole local destinados al progreso de la comarca de la Sierra del Segura, y los demás enfocados al desarrollo internacional.
En el último lustro la compañía se ha inclinado más por ayudas que favorezcan la autogestión y la creación de unidades productivas, también para las mujeres. Por ejemplo, en Etiopia ha financiado la puesta en marcha de granjas de cabras para que la población de algunas aldeas de este país pueda desarrollar su economía doméstica de forma autónoma.
Uno de los principios fundamentales de la filosofía de Cantero de Letur es promover la igualdad de oportunidades para minimizar las diferencias económicas y sociales, alcanzando una sociedad con menos desigualdades
La empresa considera de vital importancia ayudar a comunidades de aquellos países que se encuentran en condiciones extremas de vulnerabilidad y pobreza. Por ello desde hace 20 años destinan un 10% de sus beneficios a colaborar en proyectos internacionales de ayuda al desarrollo, manteniendo siempre un control directo del uso de los recursos y sus resultados.
Uno de los principios fundamentales de la filosofía de Cantero de Letur es promover la igualdad de oportunidades para minimizar las diferencias económicas y sociales, alcanzando una sociedad con menos desigualdades. Así, define sus puntos de actuación en lugares donde son frecuentes la miseria y las injusticias, destacando su actividad en África y Sudamérica, entre otros.
La empresa manchega considera que una de las vías básicas para el correcto desarrollo de la humanidad es la educación. Por ello ha dado gran importancia a la creación y reforma de escuelas con el fin de mejorar el nivel educativo de los desfavorecidos y posibilitarles un futuro digno, facilitándoles a su vez todo el material escolar necesario para su aprendizaje y evolución. Proyectos como este se han llevado a cabo en Guinea, Honduras, Chad, Etiopía, la India, Kenia, Marruecos, Bolivia, Guatemala, República Dominicana, Argentina, Honduras, Colombia, Haití e Indonesia.
Además, Cantero de Letur busca reconocer la importancia de la mujer en la sociedad promoviendo la igualdad entre géneros a través de sus intervenciones. Los letureños han participado en proyectos que se centran en ayudar a niñas y mujeres víctimas de la pobreza, el abandono, las violaciones y los malos tratos, formándolas para convertirlas en dueñas de su propia vida. Su finalidad es instruirlas y educarlas convirtiéndolas en mujeres emprendedoras garantes de un trabajo y una vida dignas, asegurando el valor de sus derechos. La India ha sido el país donde Cantero de Letur ha llevado a cabo más acciones en relación a las mujeres, aunque sus ayudas también han estado presentes en algunos países de África como Kenia o la región de Nador en Marruecos.