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“Un huerto, una familia” es el proyecto que renueva por un año más de La Fundación Primaflor y el Ayuntamiento de Pulpí. La entrega de llaves y la firma de contratos por parte de los adjudicatarios han tenido lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Pulpí, con la presencia, por parte del Ayuntamiento, de su alcalde, Juan Pedro García, y Fina García, Concejal de Servicios Sociales. Por parte de Primaflor, ha asistido Antonia Belmonte y Cecilio Peregrín, ambos consejeros y patronos de la Fundación Primaflor.
Tres nuevas familias se han incorporado este año al proyecto, siendo un total de 37 familias en riesgo de exclusión social las que se benefician de esta iniciativa durante este año.
Juan Pedro García: “Las empresas no sólo crean empleo, sino que tienen proyectos sociales que son muy importantes para el municipio y las hacen más grandes”
Juan Pedro García, Alcalde de Pulpí ha señalado: “Las empresas no sólo crean empleo, sino que tienen proyectos sociales que son muy importantes para el municipio y las hacen más grandes”.
El proyecto nació en 2011 de la firma del convenio entre Primaflor y el Ayuntamiento de Pulpí para el acceso de familias del municipio en riesgo de exclusión social a la producción de productos hortofrutícolas para autoconsumo en una finca propiedad de Primaflor, que incluye parcelas equipadas con material de regadío, semillas y plantas para cultivar, así como el vallado y acceso a los huertos y equipamiento para llevar a cabo las labores de cultivo. El principal objetivo que se pretende alcanzar con esta iniciativa es, además de facilitar el acceso a alimentos de primera necesidad en los hogares, mantener presentes las tradiciones agrarias, así como también potenciar la convivencia entre los miembros de la sociedad.
Cecilio Peregrín: “Para nosotros, los grandes protagonistas de este proyecto sois vosotros, las 37 familias"
Cecilio Peregrín, consejero delegado de Primaflor señaló: “Para nosotros, los grandes protagonistas de este proyecto sois vosotros, las 37 familias que forman parte del mismo y los que seguro vais a seguir cuidando los recursos y trabajando para que el año que viene podamos volver a reunirnos y continuar con este proyecto”.
Las familias que participan en el proyecto “Un huerto, una familia”, se muestran muy satisfechas de la experiencia que han vivido y están viviendo. Personas que no han tenido ningún contacto con la agricultura, descubren una actividad a la que poder dedicarse y que les posibilita aprender nuevos conocimientos.
Si bien, el motivo principal por el que se unen a esta iniciativa es la ayuda que supone para la economía de la casa, una vez que comienzan a trabajar en ella, descubren que es una actividad agradable y una vía de desconexión. Por su parte, Florentina Escobar, miembro de una de las nuevas familias que se incorporan a los huertos este año, espera con este proyecto que “pueda darles a mis dos hijas todas las verduras cultivadas por mí misma, de forma natural, y asegurarles este tipo de alimentos tan sanos y fundamentales en su dieta”.