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Primaflor se ha unido recientemente al proyecto Dejahuella, promovido y cofinanciado por la Fundación Miguel García Sánchez, de Grupo La Caña y Fundación Cajasur. Con esta alianza, y la creación de un equipo de trabajo compuesto por miembros de la Fundación Miguel García Sánchez, Grupo La Caña, Primaflor e investigadores de la Universidad de Almería, se van a incorporar nuevos desarrollos para acceder a la información proporcionada por los sistemas automáticos de control del riego con los que cuenta Primaflor en sus instalaciones, con objeto de aplicar las metodologías de evaluación de las huellas hídricas y de carbono que se están desarrollando en el proyecto Dejahuella.
La metodología propuesta pretende determinar dichas Huellas Hídrica y de Carbono, de forma dinámica, mediante el uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs). Para ello, se va a desarrollar una aplicación para dispositivos móviles (App) con objeto de que agricultores y empresas puedan proporcionar, de forma versátil, la información necesaria y, a su vez, puedan conocer los resultados actualizados de las huellas hídricas y de carbono generadas por su actividad productiva.
Como resultado del proyecto se va a contar con una base de datos centralizada de las Huellas Hídricas y de Carbono de los cultivos más importantes del litoral mediterráneo que va a permitir a los gestores y agricultores conocer la eficiencia con la que se gestionan los recursos naturales y el impacto que genera su actividad sobre las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Las principales ventajas de la metodología propuesta en este proyecto son, en primer lugar, que se trata de una metodología completamente dinámica que no se limita a realizar una fotografía estática de la situación, sino que va a permitir realizar un análisis temporal para conocer la evolución temporal de los indicadores, poder realizar propuestas de corrección y mejora, así como adaptarse a las nuevas legislaciones y exigencias medioambientales. Así mismo, se podrán realizar estudios comparativos para detectar puntos críticos y aplicar técnicas de benchmarking para replicar las mejores prácticas de manejo de los recursos. Finalmente, la metodología propuesta va a permitir agregar las huellas hídricas y de carbono a escala de cultivo, explotación o entidad comercializadora.
La realización del proyecto va a contribuir a garantizar la sostenibilidad del sistema agrario mediterráneo, aportar valor añadido y diferenciar sus productos agrícolas en el cada vez más competitivo mercado europeo donde los consumidores tienen en cuenta la sostenibilidad ambiental como argumento para adoptar sus decisiones de compra. Finalmente, esto puede redundar en un aumento de la exportación, debido al interés y sensibilidad creciente, por esta materia, de los mercados internacionales y, por tanto, un mayor beneficio económico para el sector.