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Tras un mes de febrero en el que en España mejoraron los indicadores de expectativas económicas, previsión de ingresos en los hogares y disposición a comprar de las familias, marzo muestra en el último informe GfK Clima de Consumo Europeo un retroceso en todos los valores.
La consultora ha analizado mensualmente las percepciones de los habitantes de 28 países europeos. Para ello emplea datos propios en Alemania, Polonia y Reino Unido, así como información recogida por otras instituciones bajo la coordinación de la Comisión Europea.
Desde hace meses, la población de España y Europa se mantiene instalada de forma generalizada en valores negativos en todos los indicadores, y muy especialmente, en el que mide la disposición a realizar grandes compras. Sin embargo, desde octubre se venía observando una lenta mejoría en las expectativas económicas y en la previsión de ingresos en los hogares. Una tendencia alcista que se rompe durante el último mes en el cual los valores se estancan en Europa y descienden en España.
En el Clima de Consumo, todos los indicadores toman valores estandarizados estadísticamente entre -100 y +100. Esto significa que la media a largo plazo de los indicadores tiende a cero. La estandarización se realiza con el objetivo de comparar distintos países de forma directa, evitando así las diferencias culturales al momento de responder a las mismas preguntas.
Un valor negativo muestra que el porcentaje de entrevistados pesimistas respecto al futuro es superior al porcentaje de los optimistas. Un índice con valor 0 señala que existe equilibrio entre ambos y un indicador positivo expresa que el porcentaje de entrevistados optimistas supera al de los pesimistas.
A pesar de la reciente mejora en los datos macroeconómicos de España por parte de distintas entidades en torno a la inflación, el empleo y comportamiento del PIB, la población parece no tomarlos en cuenta a la hora de reflexionar sobre el comportamiento del país. Tanto es así que las expectativas económicas bajan de la posición 16 a la 17 en el ranking de los 28 países analizados, al caer 4 puntos y situarse en -25. España, de entre las principales economías del continente, es la que experimenta el mayor descenso, ubicándose 9 puntos por debajo del total de la UE.
En contraste a lo anterior, la ciudadanía de nuestro país tiene una percepción menos sombría que Reino Unido (-31), Portugal (-34) y Francia (-41).
Si durante el mes de febrero se observaba una mejoría ininterrumpida de cinco meses en la previsión de ingresos por parte de los hogares en España, una mejora incluso mayor que la registrada en torno a las expectativas económicas del país, en marzo las familias han roto esa tendencia alcista. El indicador cae 9 puntos en la última medición, el descenso más acusado de todos los países estudiados, solo superado por República Checa.
Aunque esta bajada sitúa el indicador en -22 puntos y que, en el ranking, España cae de la posición 11 a la 18, solo Italia tiene, con relación a las principales potencias económicas del continente, un valor menos negativo. Alemania (-24), Portugal (-29), Reino Unido (-39) y Francia (-45) presentan expectativas de ingresos peores que las de la población de nuestro país.
Después de una leve mejoría de dos puntos en febrero, el indicador vuelve a bajar en marzo. Esta vez cae 5 puntos, hasta situarse en -39, siete por debajo del total de la Unión Europea (-32), haciendo que España descienda en el ranking de los 28 países analizados nuevamente de la posición 11 a la 18.
Desde octubre pasado, este indicador ha fluctuado en un rango de valores muy negativos entre -34 y -39, lo que indica que la población en España está decidida a renunciar a grandes compras, al menos, en el futuro inmediato. El encarecimiento de la financiación, sumada a la subida de las hipotecas y el aumento de los precios, junto a las malas previsiones de ingresos crean un entorno que desincentiva este tipo de adquisiciones.
De nuevo, España es el país que más cae comparativamente con las principales economías de la región. Es de hacer notar que, de los tres indicadores analizados, este es el que registra los valores más negativos también en Europa. Una docena de estados está por debajo de los -40 puntos y, de ellos, la mitad se ubica incluso por debajo de -50.
“Estos datos demuestran que no solo en España sino en toda Europa se puede esperar una contención del consumo como resultado esperado de las políticas monetarias del BCE para conducir la inflación al objetivo anual del 2% en la zona”, señala el equipo encargado de este informe.
A pesar de que el Clima de Consumo Europeo en general muestra una pequeña mejora por tercer mes consecutivo, los indicadores de expectativas económicas, ingresos y disposición al gasto se estancan o ralentizan.
En el caso de las expectativas económicas de los europeos, estas se mantienen sin cambios en comparación con el mes anterior, registrando -16 puntos. Solo dos países muestran previsiones positivas: Alemania (+4), por segunda vez consecutiva, e Italia, que acaba de superar por poco la barrera de los cero puntos. Reino Unido, a pesar de tener uno de los indicadores más bajos (-31), reporta el mayor incremento entre las principales potencias económicas. Es Francia (-41) el país que cierra el ranking y presenta los valores más bajos.
No hay grandes cambios en las expectativas de ingresos de los europeos, ya que el indicador mejora solo un punto, continuando en negativo (-26). La población en Lituania confía en que los ingresos de sus hogares mejorarán a corto plazo y es el único estado en valores positivos (+12). Suecia y Reino Unido (ambos con -39) y Francia (-45), muestran los datos más bajos entre todos los 28 países analizados.
En general, la disposición a comprar continúa estancada en un nivel muy negativo (-32). Solo dos países del estudio presentan indicadores en positivo: Bulgaria (+12) y Hungría (+8), al tiempo que ambos registran mejorías por encima de los 5 puntos. Finlandia (-53), Austria (-64) y Suecia (-68) muestran los peores resultados este mes.