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Nestlé se ha marcado como objetivo global reducir en un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero de las granjas que le proveen de leche para 2025 y fomentar también para esa fecha que, al menos, el 20% de la leche provenga de explotaciones que apliquen prácticas de agricultura regenerativa. Para conseguirlo, Nestlé ya ha invertido más de 1 millón de euros desde 2021 en 60 de las más de 200 granjas que le suministran leche y con las que colabora, para fomentar la reducción de emisiones y mejorar el bienestar animal del ganado.
Asimismo, con el objetivo de animar a los ganaderos a implementar medidas más sostenibles en sus explotaciones, Nestlé empezará a abonar desde este mes de septiembre una prima económica sobre el precio de la leche a aquellas granjas que las desarrollen. Estas prácticas van especialmente dirigidas a regenerar la calidad del suelo, proteger las fuentes de agua y fomentar la biodiversidad.
“En Nestlé estamos comprometidos con el medioambiente. Por ello, estamos trabajando de forma conjunta con los ganaderos que nos proveen de leche para reducir el cambio climático a través de disminuir la huella de carbono generada en la producción de nuestros productos, a la vez que mejoramos el bienestar de los animales en las explotaciones y fomentamos medidas de agricultura regenerativa”, ha destacado Javier Gómez, responsable de aprovisionamiento lácteo de Nestlé España.
Con este propósito, Nestlé España ha colaborado en un proyecto piloto con Fundación Global Nature (FGN) para reducir las emisiones asociadas a las granjas ubicadas en la cornisa cantábrica que proveen de leche las fábricas de la Compañía en nuestro país. Para ello, en un primer momento, FGN midió las emisiones que generaban cada una de las 19 granjas pilotos escogidas y revisó las buenas prácticas realizadas para reducir las mismas. A partir de estos estudios, Nestlé ha establecido 8 medidas de mitigación que ya ha empezado a implantar de forma progresiva en 60 de las más de 200 granjas ubicadas en Galicia, Asturias y Cantabria que la proveen de leche.
Javier Gómez: "En Nestlé estamos comprometidos con el medioambiente. Por ello, estamos trabajando de forma conjunta con los ganaderos que nos proveen de leche para reducir el cambio climático a través de disminuir la huella de carbono generada en la producción de nuestros productos"
Entre las principales medidas desarrolladas, Nestlé ha impulsado la instalación de energías renovables. Por ahora, casi la mitad de las granjas que participan en este proyecto ya cuentan con paneles solares u otras fuentes de energía renovables que cubren al menos el 20% del consumo total de la explotación. Asimismo, se ha potenciado la plantación de setos, compuestos por especies de familias botánicas diferentes, para fomentar el secuestro de dióxido de carbono y a su vez facilitar refugio y zonas de paso a la fauna local.
También se ha actuado sobre las emisiones que generan los purines instalando separadores de sólidos, que evitan la fermentación de estos y por tanto la generación de metano. Esto supone una reducción aproximada del 35% de las emisiones generadas por el purín. También se han reducido estas emisiones cubriendo las fosas donde se almacena.
La mayoría de las granjas han establecido, además, medidas de bienestar animal centradas en una mejora de la climatización de los establos para evitar las caídas de producción en verano y la bajada de la fertilidad, mediante la instalación de ventiladores, techos aislantes y humidificadores. También se han colocado otras medidas complementarias para maximizar el confort de las vacas como son, por ejemplo, cepillos mecánicos.
Asimismo, con la finalidad de reducir las emisiones, Nestlé es una de las primeras empresas en España en suplementar la ración del ganado con un aditivo alimenticio que reduce entre el 30% y el 40% el metano que emiten las vacas en su proceso de digestión, una de las mayores fuentes de emisiones de una granja.
En algunos casos también se han realizado planes de fertilización individualizados para cada granja con la finalidad de conocer el aporte de nutrientes que existe de forma previa en el suelo y en el purín. La reducción de las emisiones conlleva una disminución en el aporte de fertilizantes químicos, que disponen de una huella de carbono alta.
Por último, otra de las medidas planteadas supone introducir la siembra de leguminosas que conllevará reducir o eliminar las necesidades de emplear otros fertilizantes, ya que en sus raíces se forman unos nódulos donde se encuentran unas bacterias capaces de atrapar el nitrógeno del aire y proporcionárselo a las plantas. Además, supone una disminución tanto de los costes como de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tras implantar estas medidas en 60 granjas con las que colabora, Nestlé tiene previsto seguir introduciéndolas de manera progresiva en los próximos años en la práctica totalidad de las mismas, con el principal objetivo de conseguir su propósito de alcanzar las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050.