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Las ventas totales de bienes de consumo en las cestas de la compra españolas en el mes de septiembre de 2023 se incrementaron un 10,9% respecto a lo que nos gastamos un año antes, mientras que el volumen experimentó un ascenso del 1,6%, al tiempo que los precios registraron una subida del 9,2%, según los últimos datos publicados por NIQ.
Desglosado por las tres secciones principales, un mes más la alimentación supuso el mayor desembolso para los españoles, con un incremento en las ventas en valor del 12,5%, aunque hay que destacar que también es la categoría cuya demanda crece más, con un aumento del 2,5% de las ventas en volumen. Por su parte, tanto droguería y perfumería, como bebidas registran alzas más moderadas en las ventas en valor de un 8,5% y un 7,8%, respectivamente. Mientras que bebidas se mantiene invariable en la demanda, con una subida del 0,1%, droguería y perfumería incrementa sus ventas en volumen en un 2,1%.
Por su parte y por lo que respecta a los precios, siguen registrando variaciones al alza frente a un año antes y así, desglosado por grandes secciones, la alimentación incrementó su precio en un 9,7%, mientras que bebidas lo hizo en un 7,7% y droguería y perfumería fue un 6,3% superior respecto a septiembre de 2022.
Entre los productos más inflacionistas en el mes de septiembre, y debido a la escalada alcista del aceite de oliva en los últimos meses, la categoría de aceites asciende a la primera posición entre los productos que más elevaron su precio respecto a un año antes, con un incremento del 32,3%; le sigue el azúcar, con un 30,2% más; las verduras congeladas, con un 20,7% más; los alimentos infantiles, con una subida del 19,2%; el arroz, con un incremento del 17,4%; la parafarmacia de Gran Consumo, un 16,2% más; la protección solar, un 15,9% más; los helados, un 15,7% más; el queso tradicional, con una subida del 14,7% y los cereales para desayuno, con una del 14,5%.
Patricia Daimiel: "Septiembre es un mes especial porque recoge aún datos de productos estivales y de la reposición de la despensa tras las vacaciones, y a pesar de la situación de precios altos, vemos como la demanda es mayor frente al año pasado"
Al otro lado, nos encontramos con los productos que registran menores crecimientos en su precio promedio frente a septiembre de 2022, donde la moderación en el alza de precios se va observando en productos como los detergentes de la ropa, que suben un 1,5% o los frutos secos y los quesos de bola, ambos con un incremento un 1,3%. Con apenas variabilidad se sitúan el queso fundido y el maquillaje, con un 0,6% de subida en ambos casos o las pastas que se incrementan un 0,1%.
Con decrecimientos frente a un año antes aparecen los productos de higiene femenina, que registran un descenso del 1,5%; la margarina, un 1,8% menos; el queso rallado con un precio un 3,7% menor frente a un año antes, el tratamiento facial, un 6,4% menos y los complementos de lavado que ven como bajan su precio en un 7,0%.
En general, la demanda sigue en positivo, y vemos cómo influye en las categorías a caballo entre el final del verano y la vuelta a la rutina tras las vacaciones. Así, los complementos de lavado avanzan en volumen de ventas un 25,0%; el tratamiento facial, un 22,6%; el queso rallado, un 16,1%; los productos dietéticos, un 12,5%; los quesos blancos pasteurizados, un 12,2%; el pescado preparado congelado, un 12,0%; el queso de bola, un 11,7%; mientras que los frutos secos elevan su demanda en un 9,3%, la protección solar en un 8,7%, los detergentes de la ropa en un 7,9% o los quesos de pasta blanda incrementan su volumen en un 7,6% y los insecticidas en un 7,6%.
Entre los productos más inflacionistas en el mes de septiembre, y debido a la escalada alcista del aceite de oliva en los últimos meses, la categoría de aceites asciende a la primera posición entre los productos que más elevaron su precio respecto a un año antes, con un incremento del 32,3%; le sigue el azúcar, con un 30,2% más; las verduras congeladas, con un 20,7% más
Por el contrario, entre las categorías menos demandadas, figura la parafarmacia de Gran Consumo (un mes más observamos el efecto fin de las mascarillas), que caen un 22,5%; los quesos tipo petit, que recortan sus ventas en volumen en un 16,9%; los alimentos infantiles, en un 10,0%; los productos de limpieza de calzado, que lo hacen en un 8,8% menos; los insecticidas, en un 5,6%; los zumos en un 5,2%; las conservas de carnes y patés en un 3,5%, la misma caída que para el cacao; los postres preparados que se vendieron un 2,9% menos y los espumosos con un descenso del 2,8%.
Como ya se puso de manifiesto en su comportamiento del mes anterior, el aceite vuelve a constituir un capítulo especial en septiembre cuya demanda resiste, a pesar del incremento de precio, elevando sus ventas en volumen en un 5,5%. Esto se debe, principalmente, al crecimiento de la demanda del 28,2% del oliva virgen, a pesar de la notable subida en el precio del 75,2%, y del 24,4% en el volumen de girasol que, sin embargo, ve como desciende su precio en un 37,8%. Por su parte, el aceite de oliva disminuye sus ventas en volumen en 4,7%, al tiempo que eleva su precio en un 68,2% y el de oliva virgen extra reduce su demanda en un 17,2%, sin duda motivado por la subida de su precio en un 76,0%.
A fecha de cierre de septiembre y en cuanto a la diferencia entre marcas, la situación sigue siendo similar a periodos anteriores, con un incremento de las ventas en valor de las marcas de distribuidor del 15,9%, frente a la subida del 7,2% de las marcas de fabricante, mientras que las ventas en volumen se elevan en un 5,2% para las primeras y disminuyen un 2,4% para las segundas.
Patricia Daimiel, directora general de NIQ para el Sur de Europa, ha señalado: “Septiembre es un mes especial porque recoge aún datos de productos estivales y de la reposición de la despensa tras las vacaciones, y a pesar de la situación de precios altos, vemos como la demanda es mayor frente al año pasado. En general, y a excepción de la inusual situación del aceite de oliva, estamos observando como las subidas en las categorías más inflacionistas son más moderadas que en meses anteriores, mientras que ya se van observando algunas caídas de precios más significativas en ciertas categorías”.
“Sin duda, la situación de precios altos va a influir en el comportamiento de los consumidores en la actual campaña de Navidad, que ya ha empezado en los establecimientos. Esperamos que los consumidores reorientarán de forma más calculada su gasto y podríamos ver así una mayor apuesta por las reuniones y celebraciones dentro del hogar, en detrimento de otros gastos más grandes como viajes, eventos y comidas fuera del ámbito doméstico”, ha finalizado.