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A pocos días de cerrar el ejercicio de 2023, las empresas del sector de la alimentación ya comienzan a prepararse para abordar los desafíos de los próximos 12 meses. Durante este tiempo se enfrentarán a diversos obstáculos, como la gestión de la demanda, la innovación, la sostenibilidad o los cambios en las preferencias de los consumidores. Retos, todos ellos, que marcarán el ritmo de una industria que busca adaptarse y prosperar en medio de la incertidumbre. ¿Y cómo lo hará? “Haciendo gala de su resiliencia, como ha hecho siempre”, contesta tajantemente José Luis Díez, director gerente de Autor Foods, empresa especializada en la elaboración de legumbres cocidas y ecológicas. “En los últimos años hemos vivido una pandemia, sequías, cambios legislativos, encarecimiento de materias primas y auxiliares, huelgas de transporte…”, enumera.
En este sentido, Díez recuerda que la adaptabilidad y la capacidad de respuesta de las empresas siempre serán fundamentales para afrontar los nuevos desafíos. Los del 2024 van desde el auge de la marca de distribuidor hasta la alimentación plant based, pasando por los productos ecológicos, la inflación, los costes y la seguridad alimentaria. Y definirán el curso de la industria alimentaria en los próximos meses.
En el sector de la alimentación, el auge de las marcas de distribuidor se ha vuelto cada vez más notable y su cuota de mercado seguirá creciendo el 2024. Estas marcas, también llamadas marcas blancas, “han ganado terreno a las marcas de fabricante gracias a la creciente preferencia de los consumidores por productos de calidad a precios asequibles”, explica el director gerente de Autor Foods.
Las marcas de distribuidor, respaldadas por cadenas de supermercados y minoristas, no solo ofrecen una alternativa económica, sino que también buscan destacar en calidad y variedad. Este fenómeno ha llevado a un cambio en la percepción del consumidor, considerando las marcas de distribuidor como opciones igualmente confiables, contribuyendo así a su ascenso en el competitivo mercado alimentario.
Uno de los cambios que comenzará a consolidarse en este 2024 en la industria alimentaria es la tendencia hacia la alimentación plant-based, compuesta por alimentos de origen vegetal. “Está experimentando una expansión significativa en el sector alimentario”, asegura Díez, quien recuerda que esto ha abierto oportunidades para alternativas vegetarianas y veganas.
Así, el director gerente de Autor Foods alude a productos, como las hamburguesas a base de vegetales, hasta leches no lácteas. “La oferta se ha diversificado y se ha vuelto más accesible, pero no debemos olvidar que hay productos, como las conservas de legumbres, que ya formaban parte de esa alimentación plant-based incluso antes de que el término se pusiese de moda”, recuerda Díez.
Están en auge los productos ecológicos. Y eso se debe a una creciente preferencia de los consumidores por opciones más saludables y sostenibles. Motivo por el que los productos orgánicos, cultivados sin pesticidas ni fertilizantes sintéticos, han ganado popularidad. “La demanda ha aumentado y esto, a su vez, ha generado una expansión de las ofertas de productos ecológicos, desde frutas y verduras hasta alimentos procesados”, comenta el director gerente de Autor Foods, empresa pionera en comercializar conservas de legumbres ecológicas.
La inflación está ejerciendo una presión significativa en el sector de la alimentación. “Ha habido un aumento de los costos de materias primas y auxiliares, del transporte y de la energía, lo que ha provocado un impacto directo en la cadena de suministro, elevando los precios de los alimentos”, indica Díez, quien explica que todo esto se traduce en márgenes más ajustados para los productores y en una carga financiera adicional para los consumidores. Del mismo modo, recuerda que la inflación puede influir en las decisiones de compra y provocar ajustes en los patrones de consumo. Una situación que propicia la tendencia al alza de la demanda de productos con marca de distribuidor.
La seguridad alimentaria es (y siempre será) un desafío para las empresas del sector de la alimentación. Es un reto constante y la industria es consciente de ello. Por eso, se esfuerzan en conseguir las más alta puntuación posible en los certificados alimentarios, como el sello International Featured Standards (IFS) o el FDA para comercializar en EEUU.
“La seguridad alimentaria es fundamental, como también lo es contar los correspondientes certificados. Es un compromiso con los consumidores y, en el mercado B2B, a la hora de captar clientes en el sector retail, puede llegar a ser un factor determinante”, comenta el director gerente de Autor Foods.