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Establecer de forma clara de quién es la responsabilidad sobre las certificaciones y los marcados de los materiales reciclados ante la nueva normativa europea sobre el plástico es una de las grandes peticiones que profesionales del sector del packaging han reclamado en el transcurso del último Diálogo Intracluster del año organizado por el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje. En esta ocasión, en la cita han participado como ponentes María Rodríguez, global sustainability manager del Grupo Lantero; y Sandra Ramos, investigadora y técnico de reciclado mecánico en Aimplas.
Uno de los factores que se han destacado es que existe mucho caos en la actualidad, puesto que estos aspectos se imponen como una necesidad con la entrada de la nueva normativa que obliga a incluir material reciclado en los envases de un solo uso.
Bajo este marco, Jesús Pérez, director del Cluster de Envase, ha destacado que desde la asociación han detectado en las empresas que la reciclabilidad de los envases es un factor que preocupa mucho desde la aparición del Real Decreto, poniendo en marcha iniciativas como esta que ayuden a clarificar la situación.
Esta preocupación de las empresas ha llevado a un incremento de la demanda para la certificación de los productos, que no solo se debe a la exigencia de la normativa, sino que existe una creciente apuesta de las empresas por la sostenibilidad y la transparencia hacia sus clientes.
Esta situación ha desarrollado una importante incertidumbre entre las empresas de la cadena de valor del envase en relación con la responsabilidad de las certificaciones. Según se ha comentado, la ley no aclara en quién recae la responsabilidad de certificar el material reciclado.
Esta falta de claridad añade una capa adicional de complejidad al proceso, generando dudas sobre la cadena de responsabilidades en la certificación de materiales reciclados dentro del sector del envase.
Además, durante la sesión se ha analizado la creciente demanda de información sobre el grado de reciclabilidad y la presencia de material reciclado en los envases de papel y cartón. En esta línea, se ha explicado que se deben analizar otros aspectos sobre cómo influye por ejemplo la presencia de plásticos para la obtención de la certificación de reciclabilidad de este material, junto con otros factores como el tipo de tintas y los aditivos utilizados.
Ante todo este horizonte, surge la duda sobre el aumento de las exigencias en la certificación por parte de las administraciones y certificadoras que obligue a realizar inversiones con altos precios. Una incertidumbre que mantiene alerta a las empresas que temen no poder asumir los sobrecostes o un nuevo desafío estratégico, destacando la importancia de la planificación y la flexibilidad en la toma de decisiones ante posibles cambios normativos.
Para finalizar, se ha destacado la perspectiva de que modificar el material de los envases puede no ser la opción más eficaz. Según los expertos del sector, los clientes muestran reticencia a reducir la vida útil del packaging. Una situación que obliga al sector del envase y embalaje a encontrar soluciones sostenibles que no comprometan la durabilidad y funcionalidad de los envases, teniendo en cuenta las expectativas y preferencias de los consumidores.