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Las nuevas regulaciones europeas, la búsqueda por usar materiales cada vez más sostenibles y la carencia de materias primas recicladas que vive el sector del packaging están ejerciendo una fuerte presión en las compañías. Los profesionales del sector de la alimentación cuentan con múltiples dudas sobre la existencia y disponibilidad de materiales alternativos a los actuales que puedan cumplir con el requisito de la seguridad alimentaria y de la sostenibilidad que demanda la legislación y el mercado.
Bajo esta premisa, las empresas del sector del envase y de la alimentación se han reunido en una nueva edición del Diálogo Intracluster, organizado por el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje. El propósito de este encuentro ha sido debatir sobre los materiales de envase de uso alimentario y las diferentes alternativas.
Una problemática que afecta al sector, pues las compañías se encuentran frente a la necesidad de cumplir con las exigencias y las normativas europeas, a pesar de que la rapidez con la que la legislación avanza es vertiginosa en comparación con la implementación de soluciones.
Para conocer la opinión de los expertos, en la cita ha intervenido José Ángel Garde, project manager del instituto tecnológico AINIA, destacando que debido a las características del mercado, en la actualidad es difícil encontrar alternativas que puedan sustituir a los envases tradicionales en su totalidad.
Una de las principales tendencias en los envases es el uso del papel y cartón como principal material. Una alternativa que está irrumpiendo con mucha fuerza por su connotación sostenible, pero donde debe primar la seguridad del material para entrar en contacto con los alimentos.
Aunque las grandes empresas están dedicando esfuerzos para eliminar o reducir el plástico en sus envases, la transformación no es sencilla. Esta no solo implica cumplir con certificaciones alimentarias, sino también abordar desafíos operativos y de inversión para garantizar que las máquinas sean igualmente productivas con nuevos materiales.
Este panorama refleja que las empresas están dispuestas a respaldar su compromiso ambiental con acciones concretas, aunque esto conlleve importantes inversiones y desafíos logísticos.
Por otra parte, el uso de materiales reciclados en la industria del envase también se erige como una tendencia en alza, pero que todavía preocupa al sector. Pues, a pesar de la inclinación del mercado, estos materiales se enfrentan a regulaciones muy exigentes en aras de salvaguardar la seguridad alimentaria.
En este contexto, sumando la poca variedad de opciones existentes en el mercado, su implementación, agravada por los altos costes, se ve ralentizada pese a las tendencias actuales.
Ante este panorama, se evidencia un esfuerzo en el desarrollo de materiales biobasados, una alternativa que en la actualidad cuenta con algunas restricciones para la seguridad de los alimentos. En concreto, esta solución se enfrenta a desafíos en términos de barreras o resistencias mecánicas.
Por último, se ha hablado sobre el uso de tintas en envases alimentarios, un área que no está exenta de las demandas sostenibles del mercado. Donde la inquietud de las compañías reside en la realización de ensayos de migración y un análisis de alto coste, pero de obligatorio cumplimiento por la ley.
Finalmente, se ha puesto en común que no se realizan todos los ensayos de migración que se deberían y esto se debe a ciertos aspectos como la dificultad para examinar todas las sustancias, entre otros aspectos.