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Las exportaciones de la industria española de alimentación y bebidas alcanzaron en 2023 un valor de 47.620 millones de euros. Según datos de Datacomex, las ventas al exterior el año pasado consolidaron el mejor dato de su serie histórica y confirman al sector como un motor comercial para España.
Sin embargo, y manteniendo el comportamiento del ejercicio anterior, las exportaciones se han visto afectadas de nuevo a consecuencia de la situación inflacionaria global y la inestabilidad de los mercados por la difícil situación geopolítica, un escenario que ha dado lugar a un cambio de tendencia muy marcado.
Si en los años previos a la pandemia la industria de alimentación y bebidas venía de crecimientos de su valor en torno al 6%, en 2023 esta cifra fue del 3,4% en comparación con 2022, evidenciando las dificultades de la coyuntura y el contexto actual global que también se refleja en una disminución del 6,6% en el volumen de las exportaciones.
A pesar de ello, España se mantiene como uno de los principales exportadores de la industria de alimentación y bebidas a nivel mundial y se sitúa en la quinta posición entre los principales exportadores de la Unión Europea, solo por detrás de Países Bajos, Alemania, Francia e Italia, según datos de FoodDrinkEurope.
Francia (7.207 M€), Portugal (5.572 M€), Italia (5.507 M€) y Alemania (2.984 M€) ocupan los cuatro primeros puestos del ranking, acumulando crecimientos con respecto al año anterior que, en el caso de Alemania llegaron hasta el 16%
“Es destacable el buen comportamiento que sigue manteniendo la industria de alimentación y bebidas en el exterior teniendo en cuenta la inestabilidad de los mercados. La internacionalización sigue siendo un pilar muy robusto para la industria española, haciendo de los alimentos y bebidas una de las ramas de actividad comercial más resiliente y determinante para el desarrollo socioeconómico de España”, ha valorado el director general de Fiab, Mauricio García de Quevedo.
El sector afronta desde 2018 los efectos de un contexto muy voluble marcado por la desaceleración de algunas economías, el auge de las políticas proteccionistas derivadas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y los efectos del Brexit. Estos factores, entre otros, que afectan de manera muy directa a los principales países de destino de las exportaciones de la industria española, fueron determinantes en el cambio de tendencia que empezaron a experimentar las ventas del sector. Una situación que habría de agravarse por el impacto ocasionado por la pandemia del COVID-19 y las consecuencias de los conflictos internacionales actuales, dejando una situación inflacionaria por la elevación de los costes productivos, la energía y el transporte, principalmente.
A este escenario se suma la situación de sequía prolongada que acusa España desde hace meses. Los episodios de sequía hidrológica en amplias zonas de España han repercutido en la producción de ciertos alimentos y bebidas durante 2023, traduciéndose al mismo tiempo en una disminución del volumen de las exportaciones.
No obstante, las ventas al exterior continúan superando a las importaciones, lo cual permite seguir hablando de saldo comercial positivo por valor de 13.697 millones de euros, acumulando así dieciséis años de superávit en la balanza comercial. De hecho, según datos del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, el sector de alimentación y bebidas es uno de los más dinámicos y el que registra el mayor superávit comercial de toda la balanza.
En cuanto al destino de los alimentos y bebidas españoles, en 2023 la Unión Europea continuó siendo el principal socio comercial para las exportaciones del sector, con un peso del 58% del total. Francia (7.207 M€), Portugal (5.572 M€), Italia (5.507 M€) y Alemania (2.984 M€) ocupan los cuatro primeros puestos del ranking, acumulando crecimientos con respecto al año anterior que, en el caso de Alemania llegaron hasta el 16%.
Estados Unidos, con un valor de 2.747 M€, es el quinto país de destino y primer socio comercial extracomunitario. Las exportaciones a este mercado disminuyen un -6,4%, un retroceso que en parte se explica por el gran comportamiento que habían experimentado las ventas en años previos, hasta un 21% en 2021 tras la suspensión temporal de los aranceles (excepto a la aceituna negra de mesa). Estados Unidos se sigue consolidando como uno de los mercados más sólidos y de mayor proyección para las empresas exportadoras españolas, pues en 2011 las exportaciones apenas superaban los 800 millones de euros.
Reino Unido ocupa la sexta plaza con un valor de 2.643 M€, aumentando un 9,4%. El sector se mantiene alerta sobre las posibles consecuencias por la entrada del nuevo modelo aduanero que se implantará a lo largo de 2024, que introduce cambios en cuanto a la certificación sanitaria, controles físicos y de documentación, y seguirá trabajando para garantizar la buena continuidad de las exportaciones y relaciones con un mercado de especial relevancia como el británico.
Mauricio García de Quevedo: "La internacionalización sigue siendo un pilar muy robusto para la industria española, haciendo de los alimentos y bebidas una de las ramas de actividad comercial más resiliente y determinante para el desarrollo socioeconómico de España"
En el puesto número 7 entra China como el primer país asiático del ranking. En 2023 las exportaciones alcanzaron los 1.836 M€ y experimenta un retroceso del -23,6%. Desde el año 2020, el gigante asiático apunta descensos debido, entre otros factores, a la bajada de sus importaciones de la cabaña de porcino tras la superación en el país de la situación coyuntural derivada de la fiebre porcina, así como a la recesión económica del país o el aumento de medidas proteccionistas con trabas para la importación de alimentos y bebidas.
Completan el ranking de los primeros destinos Países Bajos (1.496 M€), Japón (1.138 M€), Polonia (1.104 M€) y Bélgica (1.047 M€).
En cuanto a los productos más exportados, encabezan la lista la carne y los productos cárnicos (12.032 M€); frutas y hortalizas preparadas y en conserva (5.866 M€); aceite de oliva (4.148 M€); vino (2.966 M€); productos de panadería y pastas alimenticias (2.043 M€); productos de cacao, confitería y chocolate (1.918 M€); alimentos lácteos (1.766 M€); crustáceos, moluscos e invertebrados acuáticos -marisco- (1.683 M€); preparaciones y conservas de pescado y marisco (1.393 M€); y alimentación animal (1.281 M€).
“La internacionalización es un área prioritaria para la industria de alimentación y bebidas. Es necesario redoblar los esfuerzos desde la colaboración público-privada para recuperar la dinámica que el sector venía mostrando desde antes de la pandemia”, apunta el director general de Fiab.
Entre los principales retos en este terreno, Fiab señala como prioridad la interlocución para minimizar los efectos del conflicto en Ucrania y el Mar Rojo y que se traduce en un aumento generalizado de costes para la internacionalización.
Por otro lado, el sector señala la intensificación de las relaciones comerciales y las actividades de promoción internacional, especialmente en nuevos mercados o menos tradicionales. En este sentido, es vital impulsar la aprobación final de acuerdos como el de Chile, continuar las negociaciones para la conclusión del acuerdo con Mercosur, seguir impulsando los acuerdos con Australia, India o Tailandia o avanzar en reanudar las negociaciones con Filipinas o Malasia.
De cara a proteger mercados tradicionales con gran potencial para el sector, Fiab insiste en las negociaciones con Estados Unidos para el cese definitivo de sus aranceles, así como el impulso de las relaciones comerciales con el eje asiático, especialmente China.