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El sector del Gran Consumo ha acogido con satisfacción el anuncio del Gobierno de que se autorizará a las mutuas de trabajo a colaborar en el proceso de vacunación e insiste en la conveniencia de colaborar también en esta modalidad
La cadena de valor del gran consumo, representada por Aces, Aecoc, Anged, Asedas, Cooperativas Agro-alimentarias de España y Fiab, ha dado un paso más en su oferta de colaborar con las autoridades sanitarias en la administración de las vacunas elaborando, para ello, un documento que recoge el protocolo básico de actuación que seguirían las empresas en su colaboración con las Comunidades Autónomas que acepten su propuesta.
La propuesta de colaboración contempla tres posibles modelos:
Aun en el supuesto de que no se autorice a las empresas a administrar la vacuna, propone que pueda coordinar con las autoridades sanitarias el diseño y programa de vacunación de sus empleados, a fin de hacerlo compatible con las necesidades especiales de un sector esencial y que, como tal, no se puede parar.
Para el primero de los modelos, el sector ya ha trabajado un protocolo básico de actuación que ha sido enviado para su estudio y valoración a las Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas.
Propone que pueda coordinar con las autoridades sanitarias el diseño y programa de vacunación de sus empleados
En el segundo (vacunación a cargo de las mutuas) el sector considera fundamental establecer órdenes de prevalencia que permitan priorizar, dentro del plan general, la vacunación de los sectores esenciales de actividad, así como establecer criterios de índole organizativa que permitan garantizar, en todo momento, la actividad de la compañía.
Con ese fin, el sector ha iniciado contactos con la dirección de AMAT (Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo) a fin de ofrecer también su colaboración para coordinar el plan de vacunación a cargo de las mutuas de trabajo al que ya ha dado luz verde el Ministerio de la Seguridad Social y que, por tanto, podrá ser implementado próximamente por las Comunidades Autónomas.
Las organizaciones del gran consumo consideran que participar activamente en este proceso es una gran oportunidad para agilizar el proceso de vacunación ganando un tiempo valiosísimo en la gestión de la crisis sanitaria, contribuyendo además a descongestionar el sistema público de salud.
Finalmente, el tercer modelo, propone que las empresas no administren la vacuna, pero trabajen de forma coordinada con las autoridades sanitarias en el diseño y programa de vacunación de sus empleados, a fin de que éste permita garantizar la actividad y buena marcha de las empresas.
Poder colaborar con las administraciones en el proceso de vacunación, en cualquiera de las tres modalidades planteadas, es especialmente relevante para un sector esencial como el de alimentación y bebidas y cuidado personal y del hogar que necesita seguir cumpliendo con su labor de servicio al conjunto de la sociedad, tal y como ha venido realizando en condiciones extremas desde el inicio de la pandemia. Por ello, las empresas consideran imprescindible colaborar con las administraciones para programar entre sus trabajadores un programa de vacunación lo suficientemente flexible como para garantizar en todo momento el buen funcionamiento de la cadena.
No hay que olvidar que el sector necesita seguir dando servicio con independencia del porcentaje de bajas que deba soportar y que la mayoría de su personal no tiene opciones de teletrabajo, por la propia naturaleza de sus funciones.