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Nestlé España continúa su apuesta por las energías renovables en todos sus centros productivos para lograr su objetivo de cero emisiones netas en 2050.
Toda la energía eléctrica comprada en las 10 fábricas españolas de la compañía ya proviene de fuentes renovables y no generan emisiones. A esto se une ahora la entrada en funcionamiento de un nuevo parque solar fotovoltaico para autoconsumo ubicado en la fábrica de Solís, situada en Miajadas (Cáceres), donde, además, se promueve la agricultura local sostenible en la elaboración de sus salsas de tomate.
Jordi Aycart: “Con esta nueva instalación, Nestlé sigue trabajando a favor de generar un impacto positivo en su actividad a la vez que avanza en su compromiso de alcanzar las cero emisiones netas en 2050”
Este parque solar fotovoltaico, que gestiona Enertika, consta de más 1.800 paneles de última generación con una potencia total de más de 800 kWp y cuya energía se destina al consumo propio de la factoría.
Además, genera casi el 30% de la electricidad anual de la fábrica, equivalente a la energía consumida en más de 360 hogares españoles y que supondría evitar a la atmósfera la emisión de 330 toneladas de CO2 al año.
Jordi Aycart, responsable de Sostenibilidad de Nestlé España, señala: “Con esta nueva instalación, Nestlé sigue trabajando a favor de generar un impacto positivo en su actividad a la vez que avanza en su compromiso de alcanzar las cero emisiones netas en 2050”.
Este nuevo parque solar fotovoltaico se une al inaugurado hace un año en la factoría de café tostado de Nestlé ubicado en Reus (Tarragona) y con el que la planta ya se ha provisto, durante 2022, de cerca del 30% de la electricidad anual empleada.
Con una extensión de una hectárea, esta instalación cuenta con más de 1.500 paneles de última generación que genera un total de 1,1 GWh destinados, en su mayoría, al autoconsumo.
Con el funcionamiento de estos parques solares fotovoltaicos, Nestlé sigue su camino, ya iniciado hace años, hacia las cero emisiones netas. Unos avances que le ha llevado a poner también en marcha el pasado año una caldera de biomasa en su fábrica cántabra de chocolates, que utiliza la cascarilla que se obtiene en el proceso de torrefacción del cacao como biocombustible para la producción de vapor, instalación similar a la que cuenta la planta de café soluble de Nestlé en Girona desde 2020 y que utiliza los posos de café para generar energía.