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Avianza, la asociación mayoritaria del sector español de la avicultura de carne, presenta un comunicado en el Día Internacional de las Aves de Corral para mostrar su más absoluta preocupación ante la implementación de normativas que condicionarían su competitividad y diezmarían la capacidad de elección de los consumidores. La asociación estima que es un nuevo ataque contra uno de los sectores claves para la autosuficiencia y diversidad alimentaria de nuestro país.
"El 10 de mayo se conmemora el World Poultry Day, el Día Internacional de las Aves de Corral, pero creemos que hay poco que celebrar, pues a pesar de ser uno de los sectores estratégicos de la producción cárnica española, volvemos a estar en el punto de mira de posibles normativas que tendrían consecuencias nefastas para los consumidores, tanto en España como en Europa en su conjunto.
Una de las amenazas más recientes proviene de la propia Comisión Europea, a través de las recomendaciones publicadas del dictamen de la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria). Creemos que este estudio no ha sido transparente y se sustenta en opiniones científicas cuestionables, además de carecer de una visión integral en torno a los tres pilares de la sostenibilidad: el social, el medioambiental y el económico. Recomendamos encarecidamente escuchar los argumentos lanzados desde AVEC / ELPHA / EPB.
Su puesta en práctica supondría fulminar el 70% de la producción de carne avícola en Europa, provocando el encarecimiento de los costes (hasta multiplicar por 3), la consecuente repercusión a lo largo de toda la cadena de valor y la presión sobre un IPC en continuo ascenso.
De nuevo tendríamos una población damnificada, con consumidores que verían cómo se encarece el acceso asequible a una de las principales fuentes de proteínas de calidad, y para las que se reduciría la oferta de tipos de aves entre las que elegir. Recordamos que España tiene una quinta parte de su población en riesgo de pobreza según la OCDE, por lo que dificultar aún más el acceso a una cesta de la compra básica a una población vulnerable es a todas luces injusto. Legislar no puede pasar por seguir eliminando sectores productivos europeos imprescindibles.
Una medida a todas luces ineficaz, pues restaría competitividad a nuestras empresas en detrimento de mercados fuera de la UE donde los estándares de calidad son infinitamente lejanos a los de nuestro país.
Algo que también estamos viendo en otros mercados europeos con la adopción por parte del canal de Distribución de la iniciativa ECC (confusamente denominada European Chicken Commitment), impulsada por organizaciones animalistas y veganas. En este sentido, es preciso llamar a las cosas por su nombre, pues el ECC pretende la erradicación en 2026 de la producción de carne avícola en granjas con sistemas intensivos.
Un ataque contra la libertad de los consumidores para elegir el tipo de producto que consumir, bajo unos supuestos principios de bienestar animal y control de la producción a cargo de sus propias organizaciones, a todas luces innecesario, pues prácticamente el 100% de la producción de carne avícola que se vende a la Distribución por parte de nuestras empresas españolas cuenta ya con la certificación de Welfare Quality, entidad independiente gestionada por el IRTA, entre otros.
Por último, cabe recordar que son muchos los puntos fuertes que han convertido al sector de carne avícola en un referente europeo en modernización de instalaciones, profesionalización de su fuerza laboral e impulso de la internacionalización, nunca antes abordada. Por todo ello, pedimos que se realice un análisis profundo, sin sesgos, transparente y abierto a la opinión de los consumidores para decidir qué tipo de carne avícola queremos impulsar y proteger hoy y en el futuro".