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La optimización de las ubicaciones logísticas podría reducir hasta un 10% las emisiones de carbono. Así se desprende del último estudio de Cushman & Wakefield, Sustainable Logistics: Navigating Change in European Real Estate, que señala que, aunque los activos logísticos representan una pequeña fracción de las emisiones, el transporte es responsable del 87% del total de las emisiones de la cadena de suministro en Europa.
El transporte es el mayor reto para la sostenibilidad logística. El informe de la consultora destaca que, mientras que los activos logísticos representan solo el 13% de las emisiones totales, el transporte, en especial el transporte por carretera, es responsable del 87%. Esto resalta la urgencia de adoptar nuevas tecnologías de transporte y optimizar la configuración de las redes logísticas (procesos, recursos, infraestructuras) para cumplir con los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
El informe señala que la electrificación de las flotas y un mayor uso del transporte ferroviario son esenciales para reducir las emisiones. Estas iniciativas se alinean con las estrategias de sostenibilidad que buscan transformar las operaciones logísticas, reduciendo tanto el impacto ambiental como los costes operativos asociados.
Otro aspecto destacado del informe es la eficiencia energética en los centros logísticos. El uso de paneles solares en los techos se destaca como una medida efectiva para reducir el consumo energético. Esta y otras tecnologías sostenibles no solo disminuyen las emisiones, sino que también permiten que los operadores logísticos se ajusten a las normativas de sostenibilidad cada vez más estrictas. Así, el informe demuestra cómo una mejor planificación logística y la adopción de tecnologías limpias pueden reducir significativamente el impacto ambiental de las operaciones logísticas en toda Europa.
El informe Sustainable Logistics: Navigating Change in European Real Estate, de Cushman & Wakefield, se ha elaborado mediante modelos de simulación que analizan el impacto de cambiar la ubicación de centros logísticos clave en Europa. Un ejemplo destacado en el estudio es la reubicación de un centro de distribución de Hamburgo a la República Checa. Esta medida permitió reducir en un 9% la distancia total recorrida por las mercancías, lo que resultó en una reducción del 10% en las emisiones de carbono. Además, al implementar tecnologías más sostenibles, como camiones eléctricos, se ha demostrado que las emisiones podrían disminuir en un 20% adicional.