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Fesnad, consciente de que los hábitos de alimentación de la población española están cambiando, ha realizado una encuesta hábitos de consumo del pescado y otros productos del mar con el fin de conocer si el pescado y otros productos del mar se consumen de acuerdo a los parámetros recomendados, y cuáles son los patrones de consumo en relación a frecuencia de consumo, forma de preparación, lugar de compra y especies más consumidas, entre otros.
Según los resultados de la encuesta realizada en torno al consumo de pescado y los productos de mar, con una muestra de casi 1.500 personas y realizada durante los meses de abril y mayo del presente año, al 94% de los encuestados les gusta el pescado y los productos del mar, aunque tan solo el 23% incluye este tipo de alimentos habitualmente en su dieta, con un consumo de 3 o 4 veces por semana o más. Y el motivo de que no se consuman estas raciones, según los resultados de la encuesta, son el precio (32%), la molestia de las espinas (16%), posible contenido en mercurio y otros contaminantes (10%), no saber cómo cocinarlo (10%) o la preocupación por el anisakis (6%).
Desde que comenzó la pandemia, el 20% de los encuestados en España ha incluido más pescado y productos del mar en sus hábitos alimentarios
El lugar de compra habitual del pescado y otros productos del mar es el supermercado e hipermercado (73%), seguido de las pescaderías (60%) y los mercados tradicionales (36%). El 85% de los encuestados compra el pescado fresco, frente un 44% que lo compra congelado y un 42% que lo adquiere en conserva. Asimismo, el 42% de los encuestados congela el pescado fresco antes de su consumo, el 27% sólo si lo va a consumir crudo y un 32% no lo congela. La frescura de las piezas y el precio son sin duda los dos factores de decisión de compra, con un 75% y 64% respectivamente, seguido de su procedencia (41%) y tamaño de las piezas (27%).
Por otra parte, desde que comenzó la pandemia, el 20% de los encuestados en España ha incluido más pescado y productos del mar en sus hábitos alimentarios, por dos motivos principalmente: llevar una dieta saludable rica en alimentos con alto aporte de nutrientes, según el 85% de las respuestas, y por sus propiedades antioxidantes o antiinflamatorias, entre otras, según el 26% de los encuestados. Con una percepción beneficiosa para la salud, para el 75% de los encuestados, ayuda a los sistemas cardiovascular y nervioso, para el 66% ayuda al desarrollo cerebral y cognitivo y, por su alto contenido en proteínas y pocas calorías, para el 45% ayuda a controlar el peso. Asimismo, para el 90% de los encuestados el pescado y productos son ricos en ácidos grasos omega-3, alto en proteínas (76%), en minerales (70%) y vitaminas (52%).
Si bien su consumo no afecta a que sea en la comida o en la cena y tampoco en la época del año, el pescado azul, como el salmón, atún, sardina o caballa, es el más consumido, con un 79%, seguido del pescado blanco o magro, como la merluza, el bacalao o lubina, con un 74%, y los cefalópodos como calamar, pulpo, sepia o chipirones, con un 47%. En cuanto al lugar más habitual de su preparación y consumo es en casa, con un 92%, y se suele preparar a la plancha (83%) y al horno (74%) y en menor medida en fritura (35%), en guisos (33%) y al vapor (29%). El 53% de los encuestados piensa que la preparación del pescado/productos del mar es más complicada que con otros alimentos: al 16% le incomoda el olor, al 13% le resulta más “engorroso” y al 11% le supone más tiempo de preparación.
Para la población general se recomienda el consumo de 3-4 raciones de pescado/marisco por semana, procurando variar entre pescados blancos y azules. En mujeres embarazadas, planificando estarlo o en lactancia y en niños de 0 a 10 años, también se recomiendan 3-4 raciones por semana, pero evitando el consumo de especies con alto contenido potencial en metil mercurio como el pez espada/emperador, tiburón, atún rojo o lucio, mientras que en niños de 10 a 14 años el consumo de estas especies ha de restringirse a 120g/mes, y manteniéndose la recomendación de 3-4 raciones/semana para las especies de bajo y medio contenido.
Tomar o no pescado y productos del mar se convierte en una decisión importante para nuestra salud en las diferentes etapas de la vida. Además, como consumidores podemos contribuir a la sostenibilidad con hábitos de compra y consumo responsables, como adquirir en lo posible productos de temporada y de proximidad, informarnos del origen y tipo de producción a través de las etiquetas en los productos de pescadería, o a través de certificaciones de sostenibilidad de los productos que adquirimos. Debemos también disminuir el desperdicio de alimentos.
La gran variedad de especies de pescado y mariscos, tipos de producción y procesado ofrece la posibilidad de innumerables preparaciones culinarias nutritivas, tanto de platos de nuestra gastronomía de manera prioritaria, como de otras latitudes con especies que, como los pescados azules de pequeño tamaño pueden, además, tener precios asequibles. terrestres para consumo humano.