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El liderazgo siempre se enmarca dentro de un contexto histórico y cultural. En concreto el sector retail, un campo que afronta desafíos considerables, requiere un estilo de liderazgo específico para poder abordar con éxito los obstáculos que se presentan.
La sostenibilidad se posiciona como uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta el sector. Los líderes deben alinear la gestión de las compañías, asegurando rendimientos para los accionistas, con la protección y el respeto del medio ambiente.
En este sentido, una mala gestión en temas de sostenibilidad puede suponer la destrucción de una marca, ya que los clientes están cada vez más sensibilizados con el impacto de las cadenas de producción masiva en el entorno. La reducción del desperdicio, la eliminación del plástico, la minimización de las emisiones de carbono y el cuidado del planeta para las generaciones futuras no son simplemente estrategias recomendadas, sino necesidades críticas.
“Los líderes deben alinear la gestión de las compañías, asegurando rendimientos para los accionistas, con la protección y el respeto del medio ambiente”
Los consumidores esperan un compromiso real con la sostenibilidad, por lo que los líderes deben ser capaces de articular una estrategia coherente. Para lograrlo, se requiere cambiar la perspectiva de la gestión tradicional. No se trata solo de métricas económicas, sino de incorporar criterios medioambientales y sociales en la toma de decisiones. Los equipos de trabajo deben tener un propósito claro, donde la satisfacción laboral, el bienestar y la felicidad se posicionan como valores centrales.
En un contexto donde el talento es un recurso valioso, los líderes deben ser empáticos y comprensivos, transformando las preocupaciones de los empleados en aspiraciones. El liderazgo basado únicamente en el intercambio de salario por tiempo ya no es suficiente, especialmente entre las generaciones Millennial y Z. Los trabajadores son el corazón de una marca, y su compromiso se refleja en cada interacción con el cliente. De este modo, la cultura empresarial se convierte en un activo estratégico que los líderes deben cuidar. Un ambiente de trabajo que valora a las personas genera equipos altamente comprometidos que transmiten esos valores a los consumidores. El bienestar de los empleados es, por tanto, un valor innegociable.
Los valores de la marca son pilares fundamentales y deben guiar cada canal de venta, y los líderes deben ser ejemplos vivos de esos valores. Esto inspira a los equipos a convertirse en embajadores auténticos que amplifican el mensaje de la empresa.
“En un contexto donde el talento es un recurso valioso, los líderes deben ser empáticos y comprensivos, transformando las preocupaciones de los empleados en aspiraciones”
Si se busca diferenciarse en la mente de los consumidores, la marca debe ser una causa común de la que todos los miembros de la organización se sientan orgullosos. Richard Branson, fundador del Virgin Group, resumió este concepto perfectamente: "Los clientes no son lo primero. Los empleados son lo primero. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de los clientes".
El crecimiento de gigantes como Amazon y Alibaba ha aumentado la presión en el sector, especialmente en términos de comercio electrónico. Los líderes deben asumir riesgos y desafiar las expectativas, irrumpiendo en un sector ya acostumbrado a sorprender a los clientes. La experiencia de compra con un solo clic es esencial y la regla es clara: a menor número de clics, mayor probabilidad de venta.
La integración de la tecnología digital ha dejado de ser un objetivo a futuro, para posicionarse como una necesidad presente. El uso de inteligencia artificial, análisis de datos y estrategias de comercio electrónico permite ofrecer experiencias personalizadas que aumentan la satisfacción del cliente. No se espera que los líderes sean expertos en tecnología, pero deben rodearse de un equipo que guíe las estrategias digitales con conocimiento y visión.
“Los líderes deben asumir riesgos y desafiar las expectativas, irrumpiendo en un sector ya acostumbrado a sorprender a los clientes”
La fórmula para un liderazgo efectivo en este ámbito puede parecer sencilla, pero resulta difícil de implementar. Se necesita un modelo de liderazgo abierto a la experimentación y al fracaso como fuente de aprendizaje, con un equilibrio entre seguridad y humildad. El valor está en aceptar la vulnerabilidad y reconocer que no se sabe todo. Además, se requiere apostar por lo desconocido con coraje, asumiendo desafíos con la intención de aprender y crecer.
El concepto de co-creación y las habilidades para el trabajo transversal son esenciales para impulsar la transformación. El proyecto Apollo, que culminó con el alunizaje del Apolo 11, involucró a 400.000 personas de distintas disciplinas. Esto demuestra que, si se desea dejar un legado, impactar en el mundo y hacer historia, es necesario fomentar la colaboración desde todos los ámbitos de una organización.
El liderazgo centrado en el éxito común genera una cultura de colaboración que potencia la innovación. Un enfoque orientado solo al logro individual destruye estos esfuerzos. Los líderes deben crear espacios donde la comunicación fluida y el trabajo conjunto sean la norma, generando una red de apoyo y un espacio de creatividad que empodere a todos.
El sector retail, como el tecnológico, comparte la agilidad hacia el cambio. Un líder no solo debe estar en constante revisión y actualización, también debe crear entornos donde los equipos deseen seguir descubriendo y aprendiendo. El narcisismo no tiene cabida en este sector; se necesitan profesionales que busquen aprender y desaprender continuamente.
“El liderazgo centrado en el éxito común genera una cultura de colaboración que potencia la innovación”
Lo que se sabe puede convertirse en una carga si no se tiene la mentalidad de crecimiento adecuada. El aprendizaje continuo es esencial para seguir el ritmo de un mercado que cambia constantemente. Los líderes deben fomentar una cultura donde el error sea visto como una oportunidad para mejorar, promoviendo la curiosidad y el deseo de crecer.
En definitiva, el liderazgo en el sector retail enfrenta desafíos complejos, pero también está lleno de oportunidades para quienes sepan equilibrar el respeto al medio ambiente, el bienestar de los empleados, la transformación tecnológica y una cultura colaborativa. Solo así se logrará un liderazgo equilibrado, tan tecnológico como humanista, que garantice el éxito en un entorno cada vez más competitivo.