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Mahou San Miguel y Verallia han puesto en marcha el proyecto conjunto para mejorar la eficiencia energética de sus centros productivos burgaleses. La iniciativa consiste en el aprovechamiento de la energía residual generada en la fundición del vidrio para el proceso de elaboración de la cerveza, eliminando así parte del gas natural utilizado. Con una inversión asociada de dos millones de euros, el sistema está en pleno funcionamiento desde el pasado mes de octubre, permitiendo a ambas compañías mejorar sensiblemente sus indicadores ambientales.
Concretamente, la cervecera ha reducido en un 60% el consumo de gas natural en su proceso productivo, lo que se traduce en una reducción de emisiones de dióxido de carbono en la misma proporción. Verallia, por su parte, ha disminuido un 40% la temperatura de la energía residual de su proceso de fundición del vidrio, haciéndolo más eficiente. La reciente renovación de sus hornos, les permite actualmente generar energía con una potencia de 3.800 kW.
“La sostenibilidad siempre ha formado parte de nuestro ADN y nos lleva a impulsar de manera constante modelos industriales cada vez más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Este proyecto, fruto del compromiso y el trabajo conjunto de dos compañías estrechamente ligadas a la ciudad de Burgos, es ya un caso de éxito que nos anima a seguir trabajando para ser un motor de transformación que contribuya al desarrollo sostenible de los entornos en los que operamos”, afirma Alfredo García-Cuevas Baquedano, director del centro de producción de Mahou San Miguel en la provincia.
Por su parte, Eulogio López, director de la planta burgalesa de Verallia apunta que “la simbiosis de ambas empresas ha sido el éxito de este proyecto. Pese a la pandemia, la obra se ha ejecutado exitosamente. Hemos conseguido generar 6.500 Kg de vapor/hora para la producción de cerveza, a la que vez que se ha reducido 174 grados la temperatura de los humos emitidos a la atmósfera. Seguiremos potenciando este tipo de proyectos en línea con nuestro nuevo propósito: Re-imaginar el vidrio para un futuro sostenible”.
Para hacer posible este proyecto, se instaló un sistema de recuperación de energía térmica en los hornos de Verallia, que genera vapor saturado seco que se envía a la central de producción de vapor de Mahou San Miguel. Una obra de ingeniería viable gracias a la proximidad de las instalaciones que ambas compañías tienen en Burgos y que ha sido ejecutado por la empresa energética Engie. La iniciativa fue reconocida en la séptima edición de los Premios Enertic en el apartado de Industria 4.0, como caso destacado de innovación y buenas prácticas.
Este proyecto colaborativo se enmarca en el compromiso ambiental de ambas compañías y refuerza su actuación para el uso responsable de los recursos naturales y la extensión de la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor. Gracias a los esfuerzos realizados en este ámbito, la fábrica de Mahou San Miguel en Burgos ha reducido sus emisiones de dióxido de carbono por unidad de producción en más de un 52% desde el año 2000 y, solo durante el pasado año, evitó la emisión a la atmósfera de 6.426 toneladas de dióxido de carbono. La cervecera, que aspira a convertirse en un referente activo en esta materia dentro del sector del gran consumo, se ha marcado como objetivo una reducción de su huella de carbono del 10% para 2025.
Verallia, por su parte, lleva tiempo innovando para reducir significativamente sus emisiones de dióxido de carbono: desde el consumo de energía de sus hornos, la utilización del 100% de electricidad verde, el diseño de sus productos, así como la incorporación de vidrio reciclado en su proceso. La economía circular y la disminución progresiva de su huella medioambiental están en el centro de la estrategia y acciones de la compañía, que se ha marcado un objetivo de reducción de las emisiones de dióxido de carbono en un 27,5% en el periodo 2019-2030.