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El sector industrial en España trasciende lo meramente económico, impactando también en su desarrollo social por su capacidad para generar empleo estable, valor añadido y remuneraciones competitivas. Sin embargo, a pesar de su relevancia, este sector tiene una deuda histórica con las mujeres: pese a décadas de avance, la presencia femenina continúa siendo baja: por cada 2 millones de hombres que trabajan en la industria, solo encontramos 700.000 mujeres.
María Castro, responsable del Dpto. de Exportación de Lisardo Castro, ha indicado: “A día de hoy sigo escuchando que el mundo del ibérico es de hombres pero a mí no me parece que sea mayoritariamente masculino, aunque a muchos les interese pensar lo contrario. Cierto es que un gran porcentaje de las empresas del mundo del ibérico llevan el nombre y el apellido de hombres, haciendo menos visible el apoyo y el trabajo de la mujer. Pero esto sería contar una historia despojada de sus protagonistas femeninas”.
La brecha de género persiste en el sector industrial, sin embargo, una de las industrias que más ha avanzado en la incorporación de la mujer a sus las es la industria cárnica: según las cifras de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), un total de 48.000 mujeres trabajan en este sector productivo.
La lucha por la igualdad de género y la visibilización del trabajo de las mujeres en el sector cárnico están generando un impacto tangible. A medida que se promueve la diversidad en los lugares de trabajo, no solo se abre camino a una sociedad más justa y con igualdad de oportunidades, sino que también se combaten otras problemáticas de gran relevancia.
María Castro: "A día de hoy sigo escuchando que el mundo del ibérico es de hombres pero a mí no me parece que sea mayoritariamente masculino, aunque a muchos les interese pensar lo contrario"
Ángela Pérez, gerente de Berman Ibéricos, ha subrayado: “Pienso que el impacto de la presencia femenina en la industria cárnica está siendo muy positivo. El trabajo de una mujer suele ser bastante perfeccionista y en un sector en que cada vez se cuida más el producto, creo que su labor es fundamental en este aspecto. Cada vez son más las mujeres que trabajan no solo a nivel de administración si no que hay más empleadas de sala que dan un plus a la industria a la hora de que el trabajo salga mejor preparado”.
Además, en un contexto como el actual, donde un gran porcentaje de las personas que comienzan su actividad laboral se ven obligados a abandonar su hogar natal en busca de unas oportunidades que tienden a concentrarse en las grandes ciudades, la industria actúa como uno de los pocos agentes que permiten combatir fenómenos tan relevantes en la actualidad como el de la España vaciada.
Teniendo en cuenta las cifras anteriormente expuestas, es evidente que la incorporación de más mujeres en la industria es también fundamental para que ellas no se vean aún más afectadas por esta casuística. Este era el caso de Alicia Hernández, responsable de Exportación y Calidad de Don Ibérico, quien siempre soñó con “formar parte del motor que mueve la industria cárnica de mi pueblo. Ser parte de la historia de la industria cárnica de Guijuelo es un privilegio. Vivir y crecer en Guijuelo me dio la oportunidad de conocer el sector y así poder trabajar en Don Ibérico, industria cárnica familiar de cuarta generación. Afortunadamente, tras 20 años de experiencia, sigo con la misma ilusión que aquella niña que llegó con apenas 21 años, recién acabados sus estudios universitarios”.
Sin embargo, es importante reconocer que la participación de las mujeres en la industria cárnica ha sido limitada, en gran parte, a roles periféricos o administrativos. Tradicionalmente, se las ha relegado a tareas como la administración, la atención al cliente o roles de menor responsabilidad en los procesos de producción.
Cristina Vila: "Factores culturales, históricos y educacionales que han contribuido a configurar un entorno laboral predominantemente masculino, los primeros años fueron bastante duros, mujer, joven, e hija de eran una combinación de factores difíciles de remontar"
Esta falta de representación femenina en áreas operativas clave ha contribuido a perpetuar una brecha de género en el sector. María Díaz, gerente de Díaz Picado S.A, ha afirmado: “La presencia de las mujeres en la industria cárnica de Guijuelo, viene desde el comienzo, ya que las mujeres se dedicaron siempre a la fabricación de los embutidos a embuchar lomos y eran partícipes en las matanzas. Con los años han ido surgiendo nuevos puestos que también ocupamos relacionados con calidad, contabilidad, envasados, cortes de jamón, etc”.
Y es que, en muchas ocasiones, ni siquiera aquellas mujeres en puestos de la máxima relevancia se ven exentas de las reticencias típicas de épocas pretéritas que deberían haberse quedado atrás hace años. "Factores culturales, históricos y educacionales que han contribuido a configurar un entorno laboral predominantemente masculino, los primeros años fueron bastante duros, mujer, joven, e hija de eran una combinación de factores difíciles de remontar”, ha comentado Cristina Vila, administradora de Segell Express.
Lo que demuestra que la lucha de las mujeres en la industria cárnica no se limita a la entrada, sino también al día a día, al acceso a la formación y a empleos de mayor responsabilidad, necesitando de un esfuerzo extra en comparación a sus compañeros masculinos, quienes no han de romper un techo de cristal. “Ellas necesitan creer en ellas mismas independientemente de cómo sean consideradas. Pues les tocará demostrar diez veces más. Y esto solo se consigue si crees en ti y eres rme en tus decisiones”, ha manifestado Elvira Redondo, gerente de Jacinto Redondo.
La brecha de género persiste en el sector industrial, sin embargo, una de las industrias que más ha avanzado en la incorporación de la mujer a sus las es la industria cárnica: según las cifras de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), un total de 48.000 mujeres trabajan en este sector productivo
Una tesis que apoya María Alonso, directora comercial de Quicenor: “Es una situación bastante complicada porque el sector es muy masculino, como comentas, no te escuchan ni valoran por ser mujer, he vivido situaciones bastante embarazosas, pero eso no pudo con mi ilusión”.
Por último, en aras de revertir esta situación y lograr una paridad que nunca debería haber sido cuestionada, es necesario un cambio de mentalidad tan lógico como urgente, que permita a las mujeres no solo entrar en la industria cárnica, sino también escalar dentro de la misma. Las líderes de hoy serán el ejemplo de mañana para que, en un futuro, esperemos que lo más cercano posible, ver a una mujer en un puesto de gran responsabilidad sea tan común como con sus compañeros masculinos. Algo que Sara Rodríguez, gerente del Complejo alimentario Madrid Norte, ha expuesto de manera clara: “Los cambios que se deberían ver son a nivel de liderazgo y consideración, ya que, aunque hay más presencia, hace falta que sea en puestos de más responsabilidad para que el sector note la influencia de la mujer”.